ESTADOS UNIDOS-. Cuando pensábamos en Matthew McConaughey, imaginábamos una tierna comedia romántica, pero tal vez por eso el actor decidió darle un vuelco a su vida profesional. Este renombrado actor quería participar en películas más serias en las que pudiese recuperar su prestigio. El problema estaba en que Hollywood no se lo iba a poner nada fácil.
Después de pasar meses rechazando ofertas, llegó una que ninguna persona podría rechazar: “En 2010 me ofrecieron 14,5 millones de dólares por rodar una comedia romántica. No sé que película era, pero la rechacé. Si no podía hacer lo que quería, tampoco iba a hacer lo que no me apetecía hacer. No me importaba el precio”, contó.
Quien fuese el protagonista de “Cómo perder a un hombre en diez días” se arriesgaba a que su momento en Hollywood pasara y llegara otro a ocupar su lugar. Era una gran apuesta, pero que sin lugar a dudas lo merecía. Luego de casi dos años esperando llegó “Killeer Joe”, “Mud”, “Magic Mike”, Paperboy, True Detective, y Dallas Buyers Club el papel que le mereció su primer Oscar en 2013.
Exclamó: “Cambié mi marca en esos 20 meses. La industria cambió su percepción acerca de mí. No volví a salir en los tabloides caminando sin camiseta por la playa…De repente ofrecer a Matthew McConaughey un papel dramático era una buena idea, algo fresco, algo que nadie habría considerado antes”. Sin lugar a dudas fue la mejor apuesta, porque apostó por el mismo.
Hoy no nos podemos imaginar a Matthew McConaughey como algo más que el respetado y oscarizado actor que es. “Disfrutaba ofreciendo a la gente una vía para escapar durante unos minutos del estrés de la vida real con estas comedias románticas”, explicó en sus nuevas memorias, “Greenlights“. Y aclaró que a pesar de ya no hacerlo siente un inmenso respeto hacia ese género cinematográfico.
