ESTADOS UNIDOS-. El año 2020 dejó una crisis económica con pocos precedentes en Estados Unidos, y los doce meses posteriores estuvieron marcados por los vaivenes de la pandemia. Cuando para 2022 las expectativas eran optimistas ante el avance de la vacunación, la irrupción de la variante ómicron de coronavirus volvió a causar preocupación. En ese marco, Wall Street concluyó la primera semana del año con fuertes pérdidas diarias y semanales.
El mercado cerró a la baja el viernes 7 de enero, y el último informe de empleos de Estados Unidos puntualizó las preocupaciones de los inversionistas de que la Reserva Federal aumente agresivamente el costo del crédito para combatir la inflación. Los datos divulgados por el Departamento de Trabajo mostraron que el mercado laboral estaba en el nivel máximo de empleo o cerca de él, con aumentos en las nóminas por debajo a lo esperado.
Previamente, las minutas de la reunión de diciembre de la Fed indicaron que el banco central podría tener que subir las tasas de interés antes de lo esperado, influenciado por una inflación constante. Por todo esto, el S&P 500 perdió 19 puntos, o un 0,42%, a 4.676,51 unidades, mientras que el Nasdaq Composite se retrajo en 146,29 puntos, o un 0,98%, a 14.934,57 unidades. El Promedio Industrial Dow Jones cayó 8,27 puntos, o un 0,02%, a 36.228,20 unidades.
La nota positiva la dio el oro, cuyos precios subieron desde mínimos de tres semanas el viernes, después de los datos de crecimiento del empleo. El oro al contado ganó un 0,2% a 1.792,31 dólares la onza en la tarde del viernes, mientras que los futuros del oro estadounidense sumaron un 0,3% a 1.793,60 dólares, reporta la agencia Reuters.
Los precios del oro subieron desde mínimos de tres semanas el viernes, después de que datos mostraron que el crecimiento del empleo en Estados Unidos fue más lento de lo esperado el mes pasado, pese a que la Reserva Federal señaló alzas de tasas más rápidas, lo que provocó que el lingote cayera en la semana.

