Washington, EE.UU.- Durante 2019 se registraron más matanzas en Estados Unidos que en cualquier otro año, desde al menos la década de 1970. Así lo develó una base de datos recopilada por la agencia de noticias AP, USA Today y la Universidad Northeastern.
La investigación señala que en total hubo 41 hechos de este tipo, que se definen cuando cuatro o más personas mueren, excluyendo al agresor. De estos, 33 fueron tiroteos; y más de 210 personas fueron asesinadas. Y de acuerdo con las informaciones oficiales, en muchos casos sigue siendo un misterio qué detonó el ataque.
Las estadísticas mostraron, además, que la mayoría de las matanzas “a duras penas” llegaron a las noticias nacionales y dado que no fueron en lugares públicos no tuvieron el alcance suficiente. Como las masacres de El Paso y Odessa, ambos en Texas; en Dayton, Ohio; Virginia Beach, Virginia; y Jersey City, Nueva Jersey.
Los hechos
Según publica AP, el primer asesinato masivo del año en Norteamérica sucedió el 19 de enero, cuando un hombre usó un hacha para matar a cuatro familiares, incluso a su bebé. Cinco meses después, 12 personas fallecieron en un lugar de trabajo en Virginia. Mientras que en agosto murieron 22 más en una tienda Walmart en El Paso.
La mayoría de los homicidios involucraron a personas que se conocían entre sí: disputas familiares, violencia por drogas o pandillas, o personas con resentimientos que dirigieron su coraje hacia colegas o parientes. Tal fue el caso con la primera, cuando un hombre de 42 años tomó un hacha para matar a su madre, padrastro, novia e hija de 9 meses en Oregon.
Se conoció que otras dos personas, un compañero de cuarto y una niña de 8 años, pudieron escapar. El incidente concluyó cuando la policía acudió al lugar y mató a balazos al agresor. Esta fue una de las 18 matanzas en donde murieron familiares y una de seis que no incluyó un arma de fuego.
Las 211 personas que murieron en las masacres de este año aún están por debajo de las 224 muertes de 2017, cuando el tiroteo más mortífero en la historia moderna de Estados Unidos ocurrió en Las Vegas. Asimismo, el informe detalla que la mayoría ocurrió en California, que tiene unas de las leyes de posesión de armas más estrictas del país.
