ESTADOS UNIDOS-. Lejos de aquellas instancias en las que parecía que podría dejar atrás la pandemia, la situación sanitaria vuelve a ser preocupante en Estados Unidos. Los muertos diarios por coronavirus alcanzaron su máximo en los últimos cinco meses este martes 17 de agosto, al volver a pasar la barrera de los 1000 decesos. El epicentro está en los estados del sur del país, donde vuelve a imponerse el debate sobre el uso obligatorio de mascarilla.
En el último mes, el promedio de muertes diarias quedó establecido en 769, según informó la agencia Reuters. La propagación de la variante Delta ha perturbado el nuevo curso escolar en algunos estados del sur y ha llevado los nuevos casos en Estados Unidos también a un máximo de seis meses, con una media de más de 100.000 al día en los últimos 12 días, según el recuento.
En Tampa, Florida, casi 5.600 estudiantes y más de 300 empleados de un único distrito escolar permanecían el miércoles en aislamiento o cuarentena luego de haberse contagiado de COVID-19 o haber estado expuestos a él. El debate ahora ha alcanzado volumen político. El superintendente del mayor distrito escolar de Florida trató de imponer el miércoles la obligación de llevar mascarilla, desafiando la prohibición del gobernador Ron DeSantis.

El republicano firmó el mes pasado un decreto que prohíbe a los funcionarios locales imponer exigencias de mascarillas. Al igual que otros republicanos, DeSantis ha calificado su uso como una elección personal que, en el caso de los estudiantes, deben hacer los padres. Pero el superintendente señaló que iría a la reunión de su “propio consejo escolar” con el objetivo de “hacer lo que es correcto, justo y recto”.
Florida fue el tercer estado del país con mayor número de nuevas infecciones por coronavirus la semana pasada, mientras que Texas, donde el gobernador Greg Abbott también ha estado en desacuerdo con algunos funcionarios locales sobre el uso de las mascarillas, fue el duodécimo. Los 10 estados con más casos nuevos están todos en el sur, mientras que en el oeste, antiguo epicentro del comienzo de la pandemia, está en calma.
